No hablar perfectamente inglés no fue una limitante, no haber salido de Chile nunca antes en mi vida, tampoco lo fue.
Irse al extranjero es un plus, ya que hay un enriquecimiento al momento de realizar el intercambio, te internas en una realidad diferente, te enriqueces de ella y tú enriqueces la realidad de otras personas.
Las amistades que uno cultiva en un intercambio pueden ser para toda la vida, como también lo son las experiencias y los conocimientos (no solamente académicos, sino diarios) ya que sin pensarlo te hacen una mejor persona con una mirada al mundo más abierta, también abre tu mundo para un mejor vivir.